sábado, 6 de junio de 2009

No me culpen por llevar una vida sedentaria, la vida me hizo así

Ya son varios años que vivo en mi propia casa y me he acostumbrado a ciertas comodidades que siempre las tomaba y si no fuera gracias a unos amigos que me hicieron la observación, tal vez no hubiese filosofado sobre este tema. El tema de hoy son los deliverys que hay por donde yo vivo.

Para que tengan una mejor noción de lo que quiero explicar, les contaré como es un fin de semana en mi casa junto a mi esposa e hija:

Día Sábado
Me despierto junto a mi esposa y comenzamos a preparar el desayuno. Al rato me acerco a la puerta de la calle y encuentro mis panes colgados en la puerta (La panadera suele dejármelo en la puerta a eso de las 6:30 am. y a fin de mes le pago todo junto) junto al periódico del día (Estoy suscrito al diario y también me lo dejan en mi puerta a la misma hora).

A eso de las 2 de la tarde (Cuando las tripas llaman) mi esposa comienza a ver los restaurantes deliverys para ver que almorzamos, discerniendo entre las siguientes opciones:
Ceviche
Pollo a la Brasa
Chifa
• Pastas
• Parrilla
• El menú de dos restaurantes que tenemos cerca que también hacen reparto a domicilio.

Mientras esperamos la comida, comenzamos a seleccionar la ropa que se encuentra sucia para lavarlo, así que llamamos a la lavandería para que se apersonen a la casa y se lleven la ropa más difícil de lavar, mientras que en mi lavadora lavo la ropa más fácil (Al día siguiente lo entregan limpio). Revisando en mi cajones de zapatos, encuentro uno que esta rajado en la suela por lo que se necesita repararlo, así que llamo al zapatero para que venga a mi casa y se lo lleven para que lo repare (Felizmente no se demoran más de 3 horas en arreglarlo salvo que sea algo trágico me lo entregan al día siguiente). Lo mismo sucede con la ropa que puede estar descocida donde llamamos a la costurera para que lo arregle o levante alguna basta de algún pantalón recientemente comprado.

Después del trajín, se me antoja ver algunas películas por lo que llamo al que alquila películas que me traigan un par de las nuevas que tienen. Para acompañar la película, llamo por teléfono al minimarket para que me traigan un litro de helado y una conserva de frutas.

En medio de la película mi bebe comienza a llorar y nos damos cuenta que ya no tenemos pañales. Entonces llamamos a la farmacia (De las tantas que existen) para que nos traigan una bolsa de pañales y algunas aspirinas para tenerlo en nuestro stock. Mientras llega la mercadería mi esposa me dice que tiene ganas de comer unos pastelitos, por lo que llamamos a la Dulcería (Dolceria Brasilera) para que nos traigan un par de pasteles: Uno de café y el otro de maracuyá, que dicho sea de paso son riquísimos.

Día Domingo:
Nos levantamos a eso de las 8 am. ya que tenemos que hacer la lista de lo que se va a comprar para la semana. Una vez terminado, llamamos al mercado para dictarles la lista y en una hora se acercan a la puerta de la casa con el pedido realizado.

Bajo al estacionamiento para darle la cera al limpiador de carros y le saque brillo a mi Vocho y observo que la llanta está algo desinflada, entonces llamo a "Carlitos" el mecánico de la zona para que se acerque e infle los neumáticos.

En la tarde Preparamos el almuerzo y por la noche llamamos a la sandwichería para solicitar una hamburguesa y una salchipapa.

Si no fuera porque tengo que salir de mi casa para trabajar (Si el dueño de mi empresa fuera más moderno lo podría ser desde mi casa) o para salir a alguna reunión o fiesta, podría quedarme siempre en mi casa. Lo malo de todo esto, es que cada vez el costo de las llamadas telefónicas aumentan... ¿vale la pena pagarlas?

4 comentarios:

El MAF dijo...

Caramba, par pensarlo bastante ah. Que ver el sol de cuando en cuando no está mal. Un abrazo

Maria Baumann dijo...

a veces pensamos que todo esta comodidad nos hace bien.. pero en el fondo es todo lo contrario... lo unico que no has escrito es que haces durante todo ese tiempo (.. bueno solo escribes del fin de semana.. )que otros hacen las cosas por ti.. Saludos.. Maria

Juan dijo...

Intenta no darle ese ejemplo a tu hija, sino ella dirá lo mismo mas adelante. Practica algún deporte flojo,jajajaj
Por aquí es muy difícil darse una vida como esa, todo cuesta, además cuando el sol aparece por aquí hay que aprovecharlo al máximo.
Saludos Juan

Jhon Elvis dijo...

cambiate por un plan de tarifa plana :)