Maldita boa

Estaba en mi centro de trabajo y ya eran las 4 de tarde, hora en que se terminaron las votaciones para los gobiernos regionales del año 2002. En ese tiempo trabaja como auditor informático del proceso electoral en el centro de cómputo de la ciudad de Iquitos. Las urnas habían cerrado y las ánforas con los votos comenzaron a llegar a la ODPE, momento en que mi trabajo empezaba.

Pasando algunas horas, la expectativa comenzaba a hacer mella de los representantes de los distintos partidos políticos que esperaban los avances del conteo que cada hora y media se publicaba. Los representantes veían en todo momento a todo el personal informático descartando así cualquier posibilidad de fraude.

Pasaban las horas y los votos entre dos candidatos iban parejos y no se veía un ganador hasta el momento. Antes de la 1 de la madrugada comenzó a vislumbrarse un ganador, aunque estaban con poco margen de diferencia. Los representantes del candidato que estaba en segunda posición se comenzaron a impacientar por la demora en la entrega de los resultados y comenzaron a enojarse e irse de las oficinas a las 3 de la mañana con insultos y malos tratos.

Una de las particulares de los centros de cómputos es que contaban con una conexión directa entre ellas por lo que uno podía llamar por fono a otros centros de cómputo y mantenerse informado en todo momento. De esa forma nos informaron que algunos Centros de Cómputos habían sido atacado por turbas de partidos políticos perdedores, como la de Tacna que según las fuentes había sido incendiada y otro de Moyobamba que había sido saqueada todo.

Si bien nos preocupamos por los amigos que estaban en esas zonas, nunca pensamos que podríamos pasarnos algo así, cuando a eso de las 4 de la mañana a media cuadra del local una turba de 30 personas comenzaron a protestar. Por suerte los policías lo pararon y no los dejaron avanzar.

No puedo dudar que tuve un poco de miedo, varios estuvimos planeando la forma de salir en caso de emergencia por la parte de atrás del local que colindaba con un garaje, pero por suerte no fue más que un susto… estuvieron un rato y luego se fueron. Lástima que no paso nada ya que me estaba haciendo la idea de llevarme mi computadora IBM… ni modo que lo deje para que lo quemen. ¿No es así?